jueves, 29 de abril de 2010

ODIO ETERNO AL FUTBOL MODERNO



El fútbol se ha convertido en un claro reflejo de la sociedad en la que vivimos, se han perdido los valores que hicieron grande a este deporte llevandolo a la deriva del mercantilismo. Los valores de los cuáles se nutría el balompié han pasado a un segundo plano dandose, ahora, primacía al negocio y al futbol-espectáculo, en la forma despectiva de la palabra, en deprimento de los sentimientos.



La mayoría de los estadios ya no son tales, no son, sino grandes superficies comerciales, los jugadores una mercancía más que vender y los aficionados potenciales compradores de todo tipo de productos, el futbol deriva hacia un deporte a la americana... sin aficionados sólo consumidores.

Queda muy poco de ese deporte popular donde acudían los padres con los hijos, de ese verdadero sentimiento que se transmitía familiarmente, de esos campos embarrados, de esos jugadores numerados del 1 al 11 con las camisetas totalmente sucias e incluso ensangrentadas, de esos aficionados con valores que acudían a ver a unos deportistas que su mayor motivación era defender un escudo, de los estadios de pie, de aficionados que salían roncos... queda muy poco de ese futbol de antaño y los pocos que siguen defendiendo esos antiguos valores son perseguidos y calumniados, como ocurre en la sociedad con los que no siguen los dictados de la mundialización.





Pero aunque sean pocos, siguen resistiendo y no darán fácilmente su brazo a torcer. Prometen batalla.

Honor a los ultras.

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