Ayer en la celebración de la falsa fiesta castellana de Villalar (día de Castilla y León), Juan Vicente Herrera, presidente de dicha región, dejó clara cuál es la posición de los políticos profesionales castellanos respecto al Estado de las Autonomías. Herrera manifestó que el Estado Autonómico ha sido todo un éxito que no debe ponerse en tela de juicio. Sí, sí. han leído Vds. bien, el desmembramiento de nuestra tierra, el Leviatán acefálico de 17 tentáculos que ha devorado y arruinado nuestra Patria es considerado todo un éxito por la casta pepero liberal. Pero claro, qué va a decir la hiena si vive de la carroña.
Frente a la filfa antihistórica de Villalar, nosotros reivindicamos la festividad de San Millán (12 de Noviembre), Patrón de Castilla y co-Patrón de España, como el verdadero día de celebración para TODOS los castellanos, los del norte, los del centro y los del sur. En Madrid se celebraba hasta hace unos años, incluso con dulzainas y danzas en la Plaza Mayor, hasta que Ruíz-Gallardón en su proyecto cosmopolitista decidió dejar de subvencionar festividades y costumbres aldeanas como ésta.
Por otro lado, es curioso que cuando uno viaja y coincide con españoles fuera de nuestras fronteras -o dentro de ellas- la mayoría de nuestros compatriotas se suelen identificar primariamente por su región de origen; se definen como "catalanes" (y no tanto como barceloneses o ilerdenses), como "extremeños" (y no tanto como pacenses o cacereños), como "canarios" (y no tanto como majoreros o juronienses), como gallegos, como andaluces, etc... . Sin embargo, los madrileños solemos identificarnos tan sólo como eso, como "madrileños". Raro es encontrar a un madrileño que se reconozca primariamente como "castellano", pese a que lo somos.
Por eso, la recastellanización de Madrid debería partir de nosotros mismos. Primero deberíamos reconocernos como castellanos ante nuestros propios compatriotas, "castellanos de Madrid", en cualquier situación, y después como "españoles de Castilla" ante el resto de Europa y del mundo. Al menos así daremos de pensar a alguno y contribuiremos a que no se borre del todo el recuerdo de que Madrid siempre fue terra castellorum (tierra de castillos).
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